RESEÑA: “AFTERMATH” DE CHUCK WENDIG
Reseña: “Aftermath” de Chuck Wendig
Realizada por: Noor-Hal Cuellar
Articulo escrito originalmente publicado en noviembre del 2016
El Imperio está en caos. Así como el antiguo régimen se desmorona, la naciente Nueva República busca dar fin inmediato al conflicto galáctico. Muchos líderes imperiales han abandonado sus puestos, esperando huir de la justicia hacia los rincones más remotos de la galaxia.
Persiguiendo a estos desertores imperiales se encuentran Norra Wexley y su equipo de peculiares aliados. A medida de que más y más oficiales son atrapados, otros planetas que han sufrido la opresión del Imperio ahora tienen una esperanza hacia el futuro. Y no hay esperanza más grande que la de los Wookies del planeta Kashyyyk. Los héroes de la Rebelión Han Solo y Chewbacca han reunido un equipo de contrabandistas y bribones para liberar Kashyyyk de las garras del Imperio que les ha esclavizado de una vez por todas.
Mientras tanto, los remanentes del Imperio – ahora bajo el control de la Gran Almirante Rae Sloane y su poderoso consejero secreto – se preparan a lanzar una contraofensiva alarmante. De ser exitosos, la Nueva República podría nunca recobrarse del todo, y desatarse en la galaxia un estado de anarquía en su momento de mayor necesidad…
“Aftermath: Life Debt” es el segundo libro de la trilogía “Aftermath” escrita por Chuck Wendig. Este libro fue lanzado en Julio de este año, y como el anterior narra eventos acaecidos durante el año después a la derrota del Imperio en la Batalla de Endor y la destrucción de la Segunda Estrella de la Muerte. El enfoque es, a la vez, las aventuras de un grupo bastante heterogéneo que se dedica a atrapar agentes imperiales prófugos para ser juzgados por la naciente Nueva República. Dicho equipo es comandado por Norra Wexley, una piloto de la Rebelión; su hijo Temmin Wexley, un adolescente quien por lo visto hereda la destreza de su madre y en un futuro será el piloto de la Resistencia Snap Wexley; el agente ex-Imperial Sinjir Rath Velus; la cazarrecompensas Jas Emari; el comando Jom Barrel y el droide Mr. Bones.
En general, en este libro se ve que la balanza cada vez se va inclinando más y más hacia la Nueva República: Wexley y su equipo se dedican a atrapar prófugos imperialistas para ser juzgados por sus crímenes. Sin embargo, reciben una misión algo diferente: buscar a un personaje bastante conocido por todos nosotros, quien en pro de ayudar a su mejor amigo a liberar su planeta del Imperio, ha caido en una trampa y ha desaparecido. Este personaje no es otro más que Han Solo, y la misión les es encomendada por cierta princesa de la Rebelión.
Para aquellos que ven la serie animada de Star Wars Rebels, en cierta forma la dinámica entre el heterogéneo equipo que mencioné anteriormente es muy parecida a la que tiene el Escuadrón de la nave Ghost comandado por el Jedi Kanan Jarrus y Hera Syndulla; sin embargo, en este equipo no hay personajes que sean sensibles a la Fuerza. En este caso, sus integrantes hacen uso de sus habilidades y destrezas adquiridas tanto de manera formal – ya sea como parte de la Alianza Rebelde o del Imperio – o de modo informal – como cazarrecompensas o lidiando con criminales. A medida de que uno avanza en la lectura de este libro, puede notarse el grado de envolvimiento con estos personajes, al punto de interesarnos por sus aventuras en mayor medida, y el impacto que éstas tendrán en el hilo principal de la trama, que gira alrededor de la dinastía Skywalker. Cada uno de estos personajes se han convertido en entrañables, y cabe mencionar que no falta la figura del droide que da soporte a sus aventuras en Mr. Bones, un antiguo droide de batalla de las Guerras Clon (The Clone Wars) que fuera rehabilitado y reprogramado por Temmin Wexley. Dicho personaje provee de escenas cómicas ante el continuo hilo de drama y aventuras que nuestros personajes enfrentan.
Como figura antagónica, persiste la presencia de la ahora Gran Almirante Rae Sloane, líder aparente de las facciones remanentes del Imperio. En este punto del canon, este personaje es muy interesante y lleno de matices. Es líder declarada del Imperio en base a su apoyo por el orden y la prosperidad que dicha organización aparentemente puede aportar a la Galaxia; sin embargo, condena usos y costumbres como la esclavitud y las alianzas con organizaciones criminales. A su lado surge la figura del Almirante de Flota Galliux Rax, un personaje bastante enigmático e interesante. Muchos pensamos en su momento que sería la personificación del Gran Almirante Thrawn al final del primer libro de la trilogía; sin embargo, al leer este libro se refuta dicha teoría, quizá debilitada por la inclusión de dicho personaje de las Leyendas en la Temporada 3 de la serie Star Wars Rebels. No pretendo revelar todo lo que se comenta en el libro acerca de dicho personaje; solamente mencionaré que fue alguien cercano a cierto canciller siniestro originario de Naboo.
Mucha de la acción de este libro se lleva a cabo en Chandrila, el planeta de donde es originaria Mon Mothma. Este libro tiene muchos aspectos en común con la trilogía de “El Heredero del Imperio” que fue parte del antiguo Universo Expandido – hoy considerado parte de las Leyendas de Star Wars, y por lo tanto no incluido en el canon oficial. Vemos a una Nueva República ganando terreno ante el Imperio Galáctico, vemos a nuestros héroes de la trilogía original adaptándose a un nuevo orden algo diferente a lo que era la Alianza Rebelde y a la vez, lidiando con sus propios demonios.
A este punto de la trilogía, el estilo narrativo del autor ya no causa tanto desconcierto como en el primero, y la inclusión de interludios es menor. Sin embargo, no por ello las historias mencionadas en dichos interludios son menos interesantes. De hecho, varios de los interludios incluidos en el primer libro tienen cierta continuidad en este libro. Sugiero poner atención sobre todo en los concernientes a los “Acólitos del Más Allá” (Acolytes of the Beyond) y su denodado culto a la figura del desaparecido Darth Vader. ¿Serán acaso pistas sobre eventos futuros con los Caballeros de Ren y su maestro, Kylo Ren?
En lo personal, que este libro haya sido lanzado a la venta meses después del estreno de “The Force Awakens” (El Despertar de la Fuerza) es bastante entrañable porque seguir enterándonos de lo que sucede en la vida de nuestros personajes favoritos después de la trilogía original pero antes de Episodio VII es interesante ya que sabemos qué va a pasar con ellos, pero es interesante saber qué les llevó a lo que vimos en la pantalla grande en Diciembre pasado. No pretendo revelar gran cosa del libro, pero en cierta forma, Kylo Ren (o Ben Solo) es mencionado en un pasaje del libro (y realmente no es una novedad, siendo que ha sido revelado que Kylo Ren tiene aproximadamente 29 años en Episodio VII). Lo que sí es que es en un fragmento bastante entrañable. También el presenciar una serie de aventuras adicionales de la Princesa y su intrépido contrabandista coreliano es muy interesante, ya que el autor ofrece un retrato bastante fidedigno de los personajes que conocimos en la pantalla grande, reafirmando su personalidad – y hasta ofreciendo destellos de la herencia Skywalker que Leia se obstina en rechazar.
Otro aspecto es que este ha sido el primer libro del canon de Star Wars que he escuchado en formato de audiolibro – después de leerlo en medio impreso en primera instancia – lo cual ofrece una experiencia bastante interesante, ya que el narrador hace cambios en la voz de acuerdo al personaje y la narración incluye efectos de sonido según el pasaje narrado (como los temas conocidos de la banda sonora de Star Wars que son incluidos si la escena lo amerita). La lectura de este libro es ampliamente recomendable, fue un climax excelente para esta trilogía de libros, y crea el clima perfecto para la conclusión de esta trilogía – “Aftermath: Empire’s End” – donde conoceremos más detalles sobre la Batalla de Jakku, en la que el Imperio fue vencido en definitiva por la Nueva República, un año después de la Batalla de Endor, y el cual saldrá a la venta en Enero de 2017. ¡Que la Fuerza los acompañe!